La discapacidad nunca será
impedimento en la vida de quienes superan sus propios obstáculos. En cartulina
y hojas de papel, Steven Lozano, un niño de 13 años con distrofia muscular de
Duchenne, plasma con témperas a sus personajes favoritos de la infancia. Cuando
empezó el aislamiento, le dijo a su mamá que, “si todos nos cuidamos usando el
tapañatas, podemos ayudar a los doctores a hacer su trabajo más fácil”.
Steven Lozano permanece
en silla de ruedas y pintar es lo que más le ayuda a sobrellevar esta
enfermedad degenerativa. “El niño nació normal, igualmente, hace como 5 años
tuvo dificultad para caminar, se caía a cada nada”, cuenta Diana Lozano, su
mamá.
Las terapias ocupacionales,
sicológicas, físicas y de fonoaudiología a las que asistía dos veces por
semana, ahora son virtuales por la llegada de la pandemia del COVID-19. Aunque
doña Diana lo ayuda a hacer los ejercicios recomendados por la fisioterapeuta,
afirma que en cuarentena encontró una nueva motivación.
“Por este coronavirus que hay en
todo el mundo, entonces él me dijo: -No, mami, vamos a ponerles tapabocas”.
Para Stiven, los profesionales de la salud son los héroes más
grandes de Bogotá, por eso les hace llegar sus obras de arte a través de la Secretaría
Distrital de Salud, para reconocerlos por la gran labor que realizan
por los ciudadanos.
Enfermeros,
médicos y especialistas que a diario arriesgan la vida por todos los bogotanos,
le agradecen al niño y pegan los dibujos en las ambulancias y en los
consultorios.
El
gesto de Stiven los motiva a seguir aportando todo su conocimiento para
continuar salvando vidas. Y a los bogotanos les hace entender que todos podemos
ser superhéroes: ¡Cuidándonos!
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