La
USS Simón Bolívar realizó injertos de piel de cadáver a 274 personas, lo que
significó la utilización de 150.442 centímetros cuadrados (cm2) de este tejido,
procedente de las donaciones almacenadas en el banco del Instituto Distrital de
Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS); es decir, usó un
promedio de 549 cm2 en cada uno de los pacientes, con altos porcentajes de
recuperación exitosa.
Las
cifras analizadas revelaron que durante siete años se realizaron más injertos
de este tipo en hombres, con el 66 por ciento, que en mujeres, con el 34 por
ciento. Así mismo, se evidenció que los casos más frecuentes de quemaduras que
requieren el procedimiento se dan en accidentes o eventos relacionados con
llama, seguido de electricidad, sustancias químicas y líquido hirviente. Solo
en lo corrido de este año, con corte al 09 de abril, se presentaron 42 casos
que fueron tratados con 29.259 cm2.
Esta
intervención quirúrgica se realiza en pacientes con quemaduras de segundo y
tercer grado, como cobertura temporal a las lesiones cutáneas. Es el caso de Miguel Barrero, con 23 años y
de profesión reciclador, quien luego de ser víctima de un accidente eléctrico,
sufrió quemaduras en el 45 por ciento de su cuerpo (abdomen, espalda y mano
izquierda) y perdió su brazo derecho. Hoy se recupera satisfactoriamente.
“El
procedimiento se hace de forma provisional mientras se coloca piel propia del
paciente, y el tejido donado permite múltiples beneficios. Se maneja el dolor,
estimula la epitelización (regeneración de la piel), promueve el tejido de
granulación necesario para que se adhiera la nueva piel y combate la
proliferación bacteriana, lo que se traduce en disminución del riesgo de
infección”, afirmó la doctora Patricia Gutiérrez de Reyes, líder de la Unidad de
Quemados de la Simón Bolívar.
Según
el especialista, el resultado estético es mucho mejor porque no se asocia con
cicatrices queloides o hipertróficas (recuperación de la piel no deseada que
ocasionaría alteraciones funcionales y psicológicas).
De
acuerdo con la gerente de la Subred Norte, Yidney García Rodríguez, disponer de
piel cadavérica u homoinjertos es fundamental, ya que es uno de los apósitos
(cobertura) biológicos que ofrecen mejores resultados a un costo muy bajo.
Recalcó la necesidad de impulsar la donación de órganos y tejidos para que cada
colombiano exprese en vida la intención de donar su piel al momento de fallecer
y destacó los más de 270 casos atendidos desde 2011 hasta la fecha.
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