En distintos barrios de Bogotá, un grupo de niñas y niños conocidos como los patrulleritos ambientales se ha convertido en guardianes de la vida pequeña: los insectos, esos “bichos” que muchas veces pasan desapercibidos o son vistos como una molestia.
🐞 Su misión
• Cuidar y observar: Los patrulleritos aprenden a reconocer la importancia de las abejas, mariposas, escarabajos y otros insectos en el equilibrio de los ecosistemas urbanos.
• Educar a la comunidad: Con talleres y charlas, explican a vecinos y compañeros de escuela por qué no se debe matar a los insectos y cómo proteger sus hábitats.
• Acción práctica: Construyen pequeños jardines, siembran plantas nativas y elaboran “hoteles de insectos” para dar refugio a polinizadores.
🌍 Impacto social
Este compromiso con los bichos es también un compromiso con el territorio. Los patrulleritos entienden que cuidar lo pequeño es cuidar lo grande: proteger la biodiversidad significa garantizar agua, alimentos y aire limpio para todos. Su labor fortalece la conciencia ambiental desde la infancia y teje redes comunitarias en torno al respeto por la naturaleza.
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