Hoy
nos duele profundamente despedir a Alcira Bonilla, una mujer luchadora, amiga
de toda la vida y compañera de más de 25 años de trabajo comunitario. Alcira partió
tras enfrentar con valentía una dura enfermedad que acabo con su vida, que no
pudo doblegar su espíritu guerrero y solidario.
Su
legado queda sembrado en cada rincón de nuestras huertas caseras, espacio que
cuido promovió y defendió como parte de su amor por la naturaleza y la
comunidad.
Alcira
fue una mujer ambientalista querida, que supo tender puentes de unión entre los
vecinos enseñando siempre con su ejemplo que la tierra nos alimenta y que
debemos protegerla.
La
comunidad siente su ausencia, pero también honra su vida y sus luchas,
recordando su sonrisa, sus consejos, su mano amiga y su palabra oportuna para
levantar ánimos
Descansa
en paz, Alcira Bonilla. Tu siembra florecerá en cada planta, e n cada semilla y
en cada corazón que tocaste
Te
recordaremos siempre, amiga querida
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