Gracias
a la aplicación de membrana amniótica (fetal) para tratar su piel, Jeremy Jesús
Caraballo, menor venezolano de seis años, presentó una rápida recuperación de
las quemaduras que sufrió en toda su cara, tras derramar sobre sí mismo una
olla de agua hirviendo. Al contar con factores antiinflamatorios y aislar las
lesiones del medio externo, este procedimiento, adelantado por los médicos especialistas
de la USS Simón Bolívar, facilitó la regeneración de tejidos y disminuyó el
dolor considerablemente.
A
Jeremy, que vive con su familia en Facatativá, Cundinamarca, el accidente de
comienzos de febrero le ocasionó lesiones cutáneas en el 24 por ciento de su
cuerpo, que comprometieron no solo su rostro, también su pecho, brazo y pierna
izquierdos.
“El
paciente tuvo una afectación importante, de manera particular, en su cara. Sin
embargo, gracias a que la Subred Norte mantiene insumos de vanguardia para
estos casos, se le pudo colocar membrana amniótica. En este momento ya se le
retiró y la piel está completamente sana. El niño podrá volver a sus
actividades escolares dentro de muy poco”, comentó el médico cirujano Jorge
Luis Gaviria.
Este
tejido, que recubre la placenta durante el crecimiento fetal en el embarazo,
tiene una alta concentración de colágeno que contribuye a la formación de piel
nueva (epitelización) en casos de quemadura, pero además es usado en
reconstrucciones maxilofaciales, cubrimiento en procedimientos de cirugía
abdominal y oftálmica y en el tratamiento de úlceras crónicas de la piel.
Se
obtiene de la parte interior del saco fetal después de realizar partos por
cesárea, pues existe menor riesgo de contaminación que en nacimientos
naturales. Luego permanece almacenada al vacío en el banco de tejidos a -2.6
grados centígrados, hasta su utilización.
Con
la aplicación de membrana amniótica no se requieren tratamientos adicionales,
se controla el crecimiento bacteriano y se disminuye la fibrosis (no produce
cicatrices). Además, es una opción de bajo costo.
Entre
2011 y 2016 se presentaron 52 casos de quemaduras superficiales y profundas de
rostro que fueron tratados con este procedimiento en la USS Simón Bolívar. Esto
representó 23.753 centímetros cuadrados de tejido (membrana fetal); es decir,
un promedio de 456 centímetros por persona, que aportaron a su óptima
recuperación
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