Joaquín*,
de 21 años, permaneció varias horas luchando entre la vida y la muerte luego de
recibir una herida mortal en el cuello, tras protagonizar un hecho de
intolerancia. Sin embargo, al ser atendido en la Unidad de Servicios de Salud
(USS) Occidente de Kennedy, de la Subred Sur Occidente, médicos y especialistas
lograron estabilizarlo y salvarle la vida.
El
paciente sufrió una grave lesión que le comprometió las arterias aorta y
subclavia, herida mortal que le produjo abundante sangrado por lo que requirió
una atención rápida y coordinada, que incluyó una compleja cirugía. Una vez
llevado a la sala de cirugía se le practicó una estereotomía, que consiste en
intervenir los grandes vasos del tórax y cuello, para hacer la reparación de
las arterias lesionadas, mediante la utilización de suturas.
“Es
un caso muy especial por ser una lesión en las arterias que, afortunadamente,
se logró controlar. Muchas de estas personas no logran llegar a las
instituciones porque la magnitud de las lesiones y su sangrado son tan grandes
que mueren pocos minutos después”, explicó Julio Hernando Naranjo Gálvez,
cirujano general y vascular periférico de la Subred Sur Occidente.
Los
pacientes que sobreviven a este tipo de intervenciones pueden tener varias
secuelas importantes como lesiones neurológicas, porque estas arterias
interfieren en la irrigación de sangre al cerebro, lo que puede causar
accidentes cerebrovasculares y, consecuentemente, parálisis en extremidades del
cuerpo. También pueden sufrir lesiones en tráquea, tubo digestivo alto y
padecer problemas respiratorios.
“Para
el caso del paciente intervenido en la unidad Occidente de Kennedy, se puede
decir que no sufrió ninguna secuela y puede llevar una vida totalmente normal”,
indicó el doctor Naranjo.
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