Gracias
a una novedosa técnica de cirugía de columna que se realiza en la Unidad de
Servicios de Salud El Tunal, de la Subred Sur, los dolores lumbares son tema
del pasado. Menor tiempo en quirófano, poco sangrado y una recuperación más
rápida son algunas de las ventajas que tiene esta intervención que busca
mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El
dolor lumbar se produce cuando alguno de los discos de la columna comprime los
nervios. La molestia causada impide que la persona realice con normalidad
actividades tan básicas como caminar.
El
procedimiento para corregir esta situación es mínimamente invasivo, según
explica el doctor Fernando Torres, cirujano de columna de la USS El Tunal. “Se
trata de hacer dos incisiones a lado y lado de la zona lumbar afectada. Por una
de ellas se introduce un lente y por el otro una fresa de artroscopia que abre
espacio en el tejido óseo para liberar los nervios”, describe Torres, único
cirujano en Colombia y América Latina que realiza este tipo de intervenciones.
Las
incisiones que se hacen son de medio centímetro. Anteriormente, este tipo de
intervenciones requerían cortes de más diez centímetros por los que se
introducían tornillos (cirugía invasiva) para abrir el espacio que permita la
liberación de los nervios.
“Este
tipo de cirugías demoraba hasta seis horas. Se tenía que mover el músculo para
llegar hasta la zona afectada, había más probabilidad de infección y la
necesidad de usar más sondas y catéteres”, señala Torres.
Una
de las intervenciones más recientes es la de Cecilia Suárez, una mujer de 65
años habitante del barrio Guacamayas, quien no podía caminar por mucho tiempo
debido al dolor lumbar que la aquejaba. Según su diagnóstico, la molestia fue
causada por alzar cosas pesadas.
“A
mis 35 años, me independicé laboralmente y monté un taller de costura. Tenía
que alzar los bultos con la producción y eso empezó a causarme molestias.
Actualmente, no podía ni levantarme sola de la cama, tenía que pedir ayuda”,
cuenta doña Cecilia.
Al
día siguiente de la cirugía, Cecilia ya podía caminar sin sentir la molestia.
“Ella tenía el aprisionamiento de las raíces nerviosas a nivel lumbar 4 y 5”,
explica el doctor Torres. “Otra de las ventajas de estas intervenciones es que
al otro día la persona ya puede caminar”, finaliza.
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